miércoles, 26 de septiembre de 2012

Leer en el baño es cultura



1. El trasero es como la humanidad y viceversa

La humanidad siempre estará divida en dos. Exacto. Igual que un trasero. Además de las guerras, las ideas políticas y los credos religiosos, otras discrepancias menos obvias crean abismos insalvables.
Un gato divide al mundo entre los que aman a esa especie y los que la detestan. La carne, entre los que adoran ingerir sangre y los que solo se alimentan de plantitas. Dios mismo, dudoso instrumento de unión, establece una línea entre los que creen en él y los que no.
En esa lista de bandos y divisiones, inocentes existencias como la sopa, las Mac y las estrellas de fútbol son el germen de discusiones acaloradas y velados odios familiares.
En el ámbito del aseo personal, los sanitarios demarcan dos países irreconciliables: aquellos que disfrutan la cotidiana visita al baño y la aprovechan para la lectura, y los otros, que no solo no leen allí sino que condenan esta costumbre calificándola de bárbara y poco higiénica. Jamás habrá amor verdadero entre ambas poblaciones.
El debate público sobre la lectura en el baño es considerado de mal gusto, sobre todo en medio de una reunión social. Antes de que el lector de Waterloo pueda establecer su defensa (y después de haber sido vapuleado por el bando contrario), escuchará a una damisela o a un formal caballero proponer: «Mejor pasemos a otro tema». La correcta invitación equivale a un contundente: «Ya cállate, cochino. Apestas».

    2. Las estadísticas están para todo aquel que las necesite

Muchas guerras atávicas han sido encubiertas bajo los asépticos modales de la civilización. El lector de baño es un soldado de sus costumbres y ha de saber que no se encuentra solo en el mundo. Por el contrario, forma parte de una inmensa e invisible comunidad. Practica el siguiente ejercicio. Ponte de pie allí donde estés (en el autobús o en un restaurante) y repite con voz firme: «Mi nombre es (____ ____) y soy un lector de Waterloo. ¿Quién más está conmigo?».
Si haces el llamado con firmeza, como un general que alienta a sus huestes, las aguas se dividirán y encontrarás el apoyo emocional que siempre necesitaste. Enfrente se hallarán sus nuevos compañeros para toda la vida. Si se exclamaran aquellas líneas en cualquier local público de Bélgica, por ejemplo, ocho de cada diez personas se pondrían de pie para afirmar que ellos también leen en el baño y que, por lo tanto, los adversarios representan una triste y aburrida minoría.

    3. Dos placeres son mejores que uno

Henry Alford es un columnista del The New York Times, y por supuesto lee en el baño. A comienzos de 2006, redecoró los servicios de su casa e instaló 42 libros sobre el tanque del wáter. Seguía un criterio estético, pues buscaba que las portadas combinaran con el color del techo y, en conjunto, generasen una buena impresión en los invitados de casa. Todo entra por los ojos.
Cuando hubo terminado y contempló su obra, Alford se preguntó qué demonios había hecho. ¿Había un síntoma oculto detrás de esa simple banalidad de hombre culto? El periodista convirtió esta inquietud en un asunto profesional y envió correos electrónicos a 72 amigos suyos pidiéndoles que lo dejaran husmear en sus baños en busca de la repuesta. ¿Qué ideas nos guían cuando ponemos libros en el baño? ¿Son los libros que dejamos allí una reflexión sobre nuestro más profundo ser? Y, por supuesto, la pregunta original: ¿Por qué algunas personas llevan libros al baño y otras no?
Todo baño ofrece un paréntesis de soledad en un mundo superpoblado y cargado de obligaciones. Entrar en esa habitación es salir por un momento de la vida. El individuo deja fuera a los demás y se queda consigo mismo y sin espías para lo que quiera hacer, ya sea planificar un crimen, soñar un rato o hundirse en los harenes de Las
mil y una noches. Pocos encierros ofrecen tal libertad.
En el baño, el niño que sabe mirar más allá de las paredes aprende las reglas del juego. La puerta cerrada es un campo de fuerza. Un tabú que ahuyenta. Si estás afuera, golpear o tratar de correr el pestillo es de muy mal gusto. Genera rechazo, de un lado, y cargo de conciencia, del otro. Los padres se impacientan con los hijos que se demoran en salir del baño: en esa región no pueden controlarlos. A veces gritan y el niño, desde el interior, disfruta del espectáculo de un adulto que pierde la compostura. Si papá o mamá osan irrumpir usando la llave y su autoridad, descubrirán a un inocente con los pantalones abajo. Si el pequeño todavía no sabe leer, estará más que absorto con sus juguetes. Si sabe leer, estará encerrado en un libro. Libros y juguetes son ventanas al país de la fantasía. Los padres, por el contrario, son agentes del mundo real. Apúrate, dicen, tienes tareas, una cita con el médico, la cena que se enfría.
En épocas más peligrosas, el baño era un lugar seguro para refugiarse de los censores del conocimiento, esos sustitutos de los padres. «Siendo joven –recordaba el escritor Henry Miller–, en busca de un lugar seguro donde devorar los clásicos prohibidos, a veces acudía a refugiarme en el retrete». Eran inicios del siglo XX, y la lista de autores vedados incluía a muchos que ahora nos parecen adecuados para exhibir en un parque, como Lawrence o Joyce. En esos tiempos, había que leelos en cuclillas.
Los baños han hecho tanto por la cultura universal como las bibliotecas. Algunos manuales de educación del siglo XVI y XVII recomendaban a los nobles combatir la bajeza de la evacuación leyendo tratados filosóficos. La invención del baño privado, en la era de los castillos, impulsó este curioso sistema de educación. Sin embargo, los arqueólogos expertos en la Antigüedad han hallado restos de nutridas bibliotecas en las ruinas de los baños públicos del Imperio Romano. Leer y defecar es un hábito clásico. Pero no es propio solo de los espíritus cultos, sino de quienes han aprendido a sumar dos placeres: liberar el cuerpo mientras el espíritu se alimenta, ya sea con un poema, un cuento, un cómic o un delicado aforismo.
¿Dónde está el placer? El novelista francés Georges Perec creía que este radicaba en una región interior tanto corporal como mental. «Entre el vientre que se alivia y el texto se instaura una relación profunda –escribió–, algo así como una intensa disponibilidad, una receptividad amplificada, una felicidad de lectura: un encuentro entre lo visceral y lo sensitivo». En general, disfrutan leyendo en Waterloo quienes han hallado la manera de unir dos placeres en apariencia irreconciliables. Cagar nos recuerda que somos simples animales. Leer nos crea la ilusión de que somos especiales.

   4. El papel higiénico como alimento del alma

La gente tras el papel higiénico Scott (el del cachorrito feliz) encargó una encuesta para conocer a su público, y descubrió que dos de cada tres personas que leen en el baño tienen maestrías y doctorados. Son gente de gustos sofisticados, que han viajado, que tienen buenos trabajos y que gastan en cultura. El dato lo recuerda el editor Jack Kreismer, quien trabaja en ese nicho comercial y publica una serie de textos ad hoc como El libro de baño del rock and roll. Además, fundó la Semana Nacional de la Lectura en el Baño, una feria que concentra editoriales y lectores especializados. Es verdad: toda costumbre gregaria oculta un mercado potencial. Dicha máxima alimenta la inventiva de hombres como Koji Suzuki, un escritor japonés que en el 2009 publicó la novela Drop, un thriller pensado para ser leído y usado, capítulo a capítulo, en el retrete. En el siglo del iPad y de las pantallas, el primer libro impreso en un rollo de papel higiénico recuerda que la mejor tecnología es la que se hace esperar. Tres años después, la novela aún no ha llegado a los baños peruanos.

http://buensalvaje.com/2012/08/21/292/

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¿Que es Arte?

¿Que es Arte?
Arte, actividad que requiere un aprendizaje y puede limitarse a una simple habilidad técnica o ampliarse hasta el punto de englobar la expresión de una visión particular del mundo. El término arte deriva del latín ars, que significa habilidad y hace referencia a la realización de acciones que requieren una especialización, como por ejemplo el arte de la jardinería o el arte de jugar al ajedrez.
Sin embargo, en un sentido más amplio, el concepto hace referencia tanto a la habilidad técnica como al talento creativo en un contexto musical, literario, visual o de puesta en escena. El arte procura a la persona o personas que lo practican y a quienes lo observan una experiencia que puede ser de orden estético, emocional, intelectual o bien combinar todas esas cualidades.
En este fragmento de la introducción de la célebre historia del arte de E. H. Gombrich se analiza, con un estilo ameno en clave de divulgación característico de este autor, la relación entre el arte, los artistas y el espectador. La traducción de esta edición es de Rafael Santos Torroella.

BELLAS ARTES Y ARTES DECORATIVAS
Tradicionalmente, en la mayoría de las sociedades el arte ha combinado la función práctica con la estética, pero en el siglo XVIII en el mundo occidental se empezó a distinguir el arte como un valor puramente estético que, además, tenía una función práctica. Las bellas artes (en francés beaux arts) —literatura, música, danza, pintura, escultura y arquitectura— centran su interés en la estética. Las consideradas artes decorativas, o artes aplicadas, como la cerámica, la metalistería, el mobiliario, el tapiz y el esmalte suelen ser artes de carácter utilitario y durante cierto tiempo estuvieron degradadas al rango de oficios. Dado que en la Escuela de Bellas Artes de París sólo se impartía la enseñanza de las principales artes visuales, a veces el término se ha utilizado de modo restringido para referirse sólo al dibujo, la pintura, la arquitectura y la escultura. Sin embargo, desde mediados del siglo XX, el mayor interés por las tradiciones populares no occidentales y la importancia del trabajo individual por parte de una sociedad mecanizada, ha hecho que esa vieja diferenciación fuese cada vez menos clara y que se consideren artes tanto las unas como las otras

¿Cuales Son las Bellas Artes?
Música, movimiento organizado de sonidos a través de un espacio de tiempo. La música desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran cantidad de estilos, característicos de diferentes regiones geográficas o épocas históricas.
Danza, movimientos corporales rítmicos que siguen un patrón, acompañados generalmente con música y que sirve como forma de comunicación o expresión. Los seres humanos se expresan a través del movimiento. La danza es la transformación de funciones normales y expresiones comunes en movimientos fuera de lo habitual para propósitos extraordinarios. Incluso una acción tan normal como el caminar se realiza en la danza de una forma establecida, en círculos o en un ritmo concreto y dentro de un contexto especial. La danza puede incluir un vocabulario preestablecido de movimientos, como en el ballet y la danza folclórica europea, o pueden utilizarse gestos simbólicos o mimo, como en las numerosas formas de danza asiática. Personas de diversas culturas bailan de forma distinta por razones variadas y los diferentes tipos de danzas revelan mucho sobre su forma de vivir.
Pintura, arte de representar imágenes reales, ficticias o, simplemente, abstractas sobre una superficie, que puede ser de naturaleza muy diversa, por medio de pigmentos mezclados con otras sustancias orgánicas o sintéticas.
Escultura (en latín sculpere, `esculpir'), arte de crear formas figurativas o abstractas, tanto exentas como en relieve.
Arquitectura, arte o ciencia de proyectar y construir edificios perdurables. Sigue determinadas reglas, con objeto de crear obras adecuadas a su propósito, agradables a la vista y capaces de provocar un placer estético.

Concepto de arte. CONCEPTOS BÁSICOS de historia del arte:


ARTE: Acto mediante el cual, valiéndose de la materia o de lo visible, imita o expresa el hombre lo material o lo invisible, y crea copiando o fantaseando. En sentido amplio, podemos denominar como Arte a toda creación u obra que exprese lo que el hombre desea exteriorizar, obedeciendo a sus propios patrones de belleza y estética.

ARQUITECTURA: En un sentido corriente, la Arquitectura es el arte de construir, de acuerdo con un programa y empleando los medios diversos de que se dispone en cada época; así podemos definirla como el arte de proyectar y construir estructuras. La misma tiene un sólido fundamento científico y obedece a una técnica compleja, por esta razón se dice que sólo es arte cuando la construcción es expresiva de la voluntad espiritual de una época y esa expresión arquitectónica es el resultado de todos los elementos constitutivos que emanan esencialmente de las relaciones que se entablan con el espacio que conforma la obra y el espacio que lo circunda. De allí cabe resaltar que la Arquitectura es el arte de conformar el espacio, transformándolo. En sus más acabadas manifestaciones, la Arquitectura logra unir la belleza y la utilidad, a tal punto que una depende de la otra, pues una obra no es hermosa si no se adapta al fin para el cual se destina.

ESCULTURA: La Escultura es el arte de crear formas expresivas de tres dimensiones reales, sean volúmenes, cuando se emplean materiales compactos, sean objetos en los que predomina el espacio, apenas delimitado o indicado mediante ejes que lo recorren, cuando se emplean materiales que pueden reducirse a hilos, cintas, cuerdas, etc. o materiales transparentes. La primera forma es la tradicional, la segunda se desprende del carácter que tiene la escultura de vanguardia, pero ambas afirman la tridimensionalidad. El escultor tradicional crea formas volumétricas modelando una sustancia dotada de cierta plasticidad, como la cera y la arcilla húmeda, o tallando materias duras como la piedra, el granito, la madera, el marfil, o bien haciendo moldes que le permiten reproducir en relieve lo que aquellos representan en hueco. El escultor moderno crea formas espaciales utilizando piezas de hiero fundido, hilos de alambre, cintas de acero, filamentos de madera, cuerdas de violín y materiales plásticos variados.

PINTURA: Arte que representa en superficie plana cualquier objeto real o imaginario por medio del dibujo y el color. Los testimonios más antiguos del arte humano son dibujos y pinturas que los primitivos habitantes del planeta dejaron en cavernas prehistóricas, estas pinturas fueron llamadas Rupestres. Desde el punto de vista técnico la pintura se dice que es al fresco cuando se aplica a paredes y techo usando colores disueltos en agua y cal; al óleo cuando ha sido elaborada con colores desleídos en aceite secante, por lo general sobre una tela. La pintura al pastel se efectúa con lápices blandos y pastosos; la acuarela emplea colores transparentes diluidos en agua; a la aguada se llama el procedimiento de emplear colores espesos, templados con agua de goma y miel; pintura al temple es la preparada con líquidos glutinosos y calientes, en ella se emplea entre otros productos, el agua de cola. En la llamada de porcelana se usan colores minerales endurecidos y unidos por medio del fuego.

ARTES VISUALES: En su sentido más general, son las que se relacionan con la impresión e ilustración, las que se expresan por medio de gráficos e imágenes; abarca todas las artes que se representan sobre una superficie plana. Las Artes Visuales tienen como función el comunicar lo que el artista desea expresar por medio de un lenguaje visual, atendiendo tanto a los elementos compositivos como a los principios compositivos, para que la obra en sí resulte agradable y de buen gusto para quien la observe.

ARTE MODERNO

El periodo que va desde la segunda guerra mundial hasta mediados de los años setenta del siglo XX es el más prolífico de toda la historia del arte. Durante esos años, multitud de tendencias y movimientos más o menos estructurados se fueron sucediendo vertiginosamente. La mayoría de esas manifestaciones artísticas tienen un carácter internacional, aunque en algunos se dan diferencias significativas de forma local.
La postura innovadora de los artistas de este periodo produjo una apertura de las delimitaciones o fronteras del ámbito artístico que condujo a la desaparición de los rasgos inherentes a lo propiamente artístico.
El arte moderno puso de manifiesto que la deformación de los objetos que se representaban no era involuntaria, sino deliberada, artística, buscada con el fin de satisfacer cierta concepción poética de las cosas.
El sacrificio de la razón, este irracionalismo es lo que el arte moderno ha hecho valer por encima de las normas tradicionales.
Se define por tanto al arte moderno como irracionalismo en su forma más amplia. No obstante, podemos decir que el irracionalismo es una condición necesaria del arte, y que está presente en todas las expresiones artísticas de la humanidad, por lo que no puede considerarse como algo característico peculiar del arte moderno. Pero teniendo en cuenta que el arte moderno es el más artístico, el más puro como arte, “el arte por el arte”, se entiende en qué sentido la definición anterior es cierta; porque debe verse en el arte moderno el más puro, el más absoluto irracionalismo estético que ha conocido la humanidad.Ninguno de los irracionalismos de los artes anteriores, de carácter místico, popular o tradicional lo era por completo ya que siempre estuvieron ligados a alguna forma de la significación, es decir, al entendimiento. En el irracionalismo del arte moderno no hay sitio para ninguna clase de significación, se trata de un irracionalismo objetivista.
Esto significa que considera la irracionalidad como una propiedad esencial del objeto y no como un defecto interior de la conciencia. A esta concepción debe el arte moderno su carácter profundamente revolucionario e impopular.
De acuerdo con esta concepción, las representaciones de los místicos tanto como las de los locos adquieren validez objetiva, se refieren a la misma realidad que las representaciones de los laicos y de los cuerdos; en otras palabras, considera que la falta de significación, o sea la irracionalidad es una cualidad esencial y natural de la realidad que confronta a nuestro entendimiento.
Las primeras obras del arte moderno se corresponden a los movimientos romántico y realista. Más tarde, se empezó a jugar con la luz y el espacio, a través de la pintura y el color, lo que dió lugar al impresionismo y posimpresionismo.
Unos años antes de la Primera Guerra Mundial, se desarrollaron los movimientos del cubismo, el fauvismo, el expresionismo y el futurismo. Más tarde vino el surrealismo.
A partir de los años 50 y 60 fueron aàreciendo otras formas de expresión del arte moderno como el expresionismo abstracto, el pop-art y el minimalismo.